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Crossfit en el agua la nueva tendencia.

18 de octubre de 2018

La última tendencia de entrenamiento ya tiene una nueva versión : el ‘crossfit’ entra en el agua para trabajar tanto o más que un box pero de forma más divertida y fresca. Con esta nueva versión de entrenamiento de alta intensidad el calor no puede ser una excusa para hacer pellas en el gimnasio.

«Cuando llegó el verano se me ocurrió adaptar el entrenamiento funcional en el medio acuático ¿Por qué no hacer el ‘crossfit‘ en la piscina?, me pregunté. Se lo propuse a uno de mis grupos y les encantó la idea. Ahora entrenamos con bañador, gorro y gafas», cuenta Alex Gómez, monitor de la cadena de gimnasios Metropolitan e ‘inventor’ del Cross-Met Swin.

Los resultados han sido tan buenos que Alex espera poder seguir dando sus clases de‘crossfit’ acuático todo el año, y no sólo en verano. El entrenamiento, que dura 45 minutos, consiste en combinar ejercicios fuera del agua, como ‘burpees’, sentadillas, flexiones y abdominales, con largos de piscina y ejercicios con pesas y ‘kettlebels’ (esas pesas rusas tan de moda). «Dentro del agua cuesta mucho más arrastrar las pesas y se trabaja muchísimo». Calcula que en cada sesión se pueden quemar entre 500 y 600 calorías con la ventaja de que con este sistema se trabaja un mayor número de músculos que en una clase de ‘spinning’, por ejemplo.

Reconoce que Estados Unidos, donde el ‘crossfit‘ vive desde hace unos años un auténtico ‘boom’, existe la modalidad de la piscina, pero en vasos con una longitud de 50 metros. En el Metropolitan la piscina es más pequeña (25 metros) pero el trabajo es muy intenso. «En el grupo de ‘whatsapp’ me dicen de todo, ‘Alex, cabrón, no siento los brazos’, pero están encantados», cuenta.

El monitor asegura que no hace falta ser Michael Phelps o Mireia Belmonte para lanzarse al agua. «Con saber nadar es suficiente porque trabajamos en parejas homogéneas y no se nada seguido más de tres minutos», aunque reconoce que las mujeres son más reticentes a practicarlo no por la dureza de los entrenamientos, sino por no pasar por la odiosa ‘prueba del bikini’. «Les cuesta verse en bañador porque la imagen les pesa mucho, pero es una tontería porque una vez que empiezas te olvidas del bañador y de todo. Poco a poco voy consiguiendo tener chicas en los grupos».

Y es que los beneficios del deporte en el agua, son muchos:

  • Menor impacto. Se puede practicar ejercicio intenso sin tensionar en exceso las articulaciones ya que el impacto es menor por la flotabilidad.
  • Resistencia natural y mayor consumo calórico. La resistencia añadida del elemento agua mejora el tono muscular y el gasto calórico.
  • Mayor flexibilidad y agilidad. Se experimenta más libertad y ligereza dentro del agua, por lo que el cuerpo puede ser más flexible y ágil.
  • Mejora de la capacidad aeróbica. Se potencia la capacidad aeróbica, incrementando la capacidad pulmonar y fortaleciendo el sistema cardiovascular a la vez.
  • Efecto Zen. La hipogravidez experimentada en el agua tiene un efecto relajante que permite relajarse con mayor facilidad.
  • Se adapta a todas las condiciones físicas. El medio acuático permite adaptarse a todo tipo de condición física, desde los más entrenados a personas con problemas de movilidad.

 

Luis FernándezCrossfit en el agua la nueva tendencia.